Por la tarde, cuando volvimos a casa agotadas, nos relajamos y preparamos una cena fantástica en la terraza.
Al día siguiente nos fuimos de excursión a Cala Llamp, muy cerquita del port d’Andratx. Esta vez sin arena, tocaba disfrutar de las aguas cristalinas del Mediterráneo y de una piscina de agua de mar en el club al que puede acceder todo el mundo, pagando una hamaca o sombrilla y hamaca o lo que quieras, que opciones hay muchas. Estuvimos muy a gusto y las niñas lo pasaron bomba bañándose en la piscina.

Espectacular ¿a que sí? Los colores tan intensos, la luz, es un placer para los sentidos.
Hasta aquí la primera parte de mi viaje a Palma. La semana que viene os cuento la segunda, que incluye algunas de las tiendas bonitas bonitas a las que me llevo mi amiga.
Si tenéis instagram podéis encontrar muchas fotos con el hastag #latortuguitaenpalma
¡Feliz día!